Geraldine González Soberanes
Inicio este texto procurando reflejar en el mismo un testimonio fiel al recuerdo de un ser humano que brindó luz y calidez en cada momento que compartió con nosotros un espacio en este plano terrenal.
Lejos de procurar una elegía, deseo celebrar la vida que Vivian Bardavid nos exhortó a reconocer en todo acto que llevó a cabo, así como el valor de sus palabras de inspiración y aliento, con la convicción de que en el dar se encuentran oportunidades de crecimiento, superando las vicisitudes que nos pueden abatir, pero nunca derrotar.
En el último par de años gocé no solo de la amistad, cariño y amabilidad de Vivi, sino de su consejo y apoyo irrestricto, personal y profesionalmente. Sostuvimos largas charlas matutinas, casi a la par del alba, durante las cuales contrastábamos ideas y proyectos que ofrecieran ventajas para todas las organizaciones que, con su incansable empeño y afán, congregó con talento bajo su directriz.
Para Vivi el sentido del compromiso y el principio de compartir fueron siempre la más alta prioridad, acompañados de extrema sencillez. Hermanaba cada acción con alegría y su iniciativa nos inspiró en episodios retadores –prueba de ello sus formidables esfuerzos en los tiempos de pandemia- y también en momentos benévolos, que celebramos juntas con gozo.
Vivi fue ejemplo palpable de disciplina y tenacidad. Hizo realidad grandes obras; forjó sólidas alianzas y expandió su alcance más allá de los ámbitos de la responsabilidad social. Sus iniciativas en pro de la educación de calidad trascendieron fronteras, y en este 2023, tendió lazos con las autoridades diplomáticas de los Estados Unidos de América y diversas instituciones educativas en ese país, promoviendo canales que ofrecieran a niños y jóvenes de comunidades mexicanas menos favorecidas, oportunidades de superación académica que en última instancia mejoraran sus condiciones de vida.
Como en toda relación humana también tuvimos diferencias, que lejos de distanciarnos, presentaron opciones de encontrarnos en un punto medio y a partir de ello, reorientar nuestros puntos de vista con creatividad, alcanzando logros con los recursos materiales, humanos y anímicos, que maravillosamente identificaba y obtenía. Dice bien el proverbio: “Una sola conversación con una persona sabia es mejor que años de estudio”. Su consejo mucho me iluminó.
Podría, sin duda, continuar expresando raudales de mi experiencia con Vivi. No es necesario. Su nombre, su pasión y entrega son bien conocidos en un sinfín de esferas dedicadas a edificar un mejor ámbito en el día a día de miles de personas. Deja un legado que, estoy cierta, sus amigos podrán testimoniar y sus familiares celebrarán, pues su presencia trascenderá.
Finalizo estas líneas a manera de tributo con una cita del Rebe de Kotzk: “La muerte es meramente una mudanza, un simple cambio de casa. Por consiguiente, el hombre sabio invierte sus esfuerzos en hacer que su casa del futuro sea más bella”.
Disfruta, Vivi, de tu nueva casa, donde recibirás a diario nuestro agradecimiento por tu presencia en nuestras vidas.
Geraldine González-Soberanes
AmSoc Director of Events and Member Services
Diciembre, 2023