Fue en junio de 2020 cuando tuve el privilegio de ser presentada a Vivi, una conexión que se gestó en medio de la pandemia a través de una reunión virtual por Zoom. El propósito era claro: quería conocernos, conocernos a nosotros y a nuestro movimiento (Special Olympics, que ayuda a millones de personas con discapacidad intelectual alrededor del mundo). Al concluir la presentación, Vivi compartió una noticia sorprendente: en unas semanas participaríamos en un evento de The American Society of Mexico junto a varios directores generales de empresas multinacionales, ocupando el espacio dejado vacante por una organización que había cancelado en el último momento. Así inició una experiencia emocionante, llena de nerviosismo, preocupación tecnológica y el anhelo de representar nuestro movimiento de la mejor manera posible. En esa presentación también conocimos a otras organizaciones sociales que se sumaron a nuestro círculo.

Desde ese día fuimos invitados a formar parte del Steering Group del The American Society of Mexico, representado con gran dignidad por nuestra apreciada Vivi.

Así empezó nuestra historia con una mujer excepcional, líder extraordinaria, ser humano extraordinario y profesional impecable. Trabajaba incansablemente cada día con la visión de ayudar a quienes más lo necesitaban en nuestro país, evaluando organizaciones con seriedad y compromiso. A lo largo de nuestro recorrido, Vivi experimentó algunas decepciones con organizaciones que aparentaban más de lo que cumplían, lo cual le causaba gran disgusto.

Para mí, es difícil separar lo personal de lo institucional cuando se trata de Vivi. Ella se convirtió en una amiga extraordinaria, llegando al punto de presumir que éramos como hermanas. Confiaba en mí, me quería mucho, se preocupaba por mi salud, y nuestra relación trascendió a nuestras familias y amigos.

Profesionalmente, Vivi nos presentó a más de 20 organizaciones y personas con la idea de forjar alianzas que beneficiaran a nuestros atletas con discapacidad. Gracias a ella, después de 33 años de presencia en México, Special Olympics fue aceptado como una de las organizaciones sociales norteamericanas en nuestro país a través del The American Society. Nos incluyó en la plataforma de AMSOC y participamos en la filmación de un video donde hablamos de Special Olympics, obteniendo una visibilidad impresionante.

Vivi confiaba en la seriedad de nuestro movimiento y apreciaba la forma en que hacíamos las cosas. Todo lo que hacía lo orientaba hacia nuestra misión, mostrando un amor especial por nuestros atletas, a quienes mencionaba en diferentes foros como “sus atletas”.

Todo lo que Vivi hizo por nuestro movimiento impactó directamente a nuestros atletas y sus familias. Aunque es difícil elegir entre tantas historias significativas, compartiré una que destaca.

A finales de 2019, fuimos revocados como donataria autorizada por no haber actualizado cierta información solicitada por las autoridades. Iniciamos el proceso para recuperar esta autorización, pero las oficinas estaban cerradas debido a la pandemia. Nos sentíamos desesperados al no avanzar y angustiados por nuestros donantes y la reputación de nuestro movimiento. En septiembre de 2020, durante una de nuestras llamadas matutinas, compartí la situación con Vivi. A partir de ese momento, ella hizo nuestro problema suyo y nos conectó con expertos contadores, auditores y abogados que, de manera pro bono, nos ayudaron a resolver la situación con mayor agilidad y proporcionando la asesoría correcta. Gracias a su intervención, recuperamos la donataria autorizada en enero de 2021.

Actualmente, estos expertos continúan apoyándonos, brindándonos orientación profesional en todos los asuntos requeridos por la autoridad para cumplir con todos los requisitos de manera completa y puntual.

¿Por qué menciono este caso? Porque sin la donataria autorizada, nuestro movimiento no podría funcionar y no podríamos cumplir con nuestra misión.

Pero hay muchos otros casos, y uno que no puedo pasar por alto es el de la revisión oftalmológica para nuestros atletas y sus familias.

Vivi organizó una reunión con la Fundación Devlyn, acordando una jornada de revisión oftálmica para 217 personas (atletas y familiares), proporcionando 28 anteojos a quienes los necesitaban. Además, capacitamos a 221 clínicos de la Fundación Devlyn para mejorar la revisión de personas con discapacidad intelectual.

La historia de colaboración y compromiso con Vivi es una de agradecimiento y admiración. Su influencia ha sido transformadora, dejando una huella imborrable en nuestro movimiento y, lo más importante, en la vida de nuestros atletas y sus familias.

Lic. María del Pilar Bazán Ruiz

Vicepresidente Ejecutiva del Consejo

y Directora Ejecutiva Nacional Special Olympics